miércoles, 1 de enero de 2014

Capítulo 11 - ¡Al rescate!

-¿Ya se ha dormido? -preguntó Alexis, susurrando para no despertar a Chloe.
Andrew asintió y cerró la puerta con cuidado. Chloe no se podía enterar de que iban a rescatar a Troy, porque querría ir con ellos.
-Y bien -dijo Troy-. ¿Qué habéis planeado? Ponedme al tanto.
Los dos chicos le contaron el plan a Troy, que asentía, dando a entender que lo entendía. Cuando hubieron acabado, utilizaron sus poderes para salir volando por una de las ventanas, pues usar la puerta principal requería hacer bastante ruido.
Aterrizaron en el suelo suavemente.
-Ahora ¿a dónde vamos? -preguntó Troy, que tenía muy mala memoria.
-A casa de Leaw, tonto -le dijo Alexis con una sonrisa.
-¡Es verdad! No me acordaba -exclamó Troy, mientras se daba una fuerte palmada en la frente-. Au.
Los chicos se rieron con ganas durante un rato y comenzaron a caminar hacia la casa de Leaw mientras hablaban animadamente.


Un bostezo se oyó en la habitación y, acto seguido, Chloe se desperezó. Se sentó sobre la cama con una sonrisa de oreja a oreja. Había dormido muy bien y aunque no sabía si el hechizo se había desvanecido por completo, sentía que era ella de nuevo.
Fue al salón mientras se peinaba con los dedos. Quería decirles a sus amigos que ya estaba bien y que podían ir a rescatar a Blake.
Llegó a la salita, pero no había nadie. La rubia se extrañó y fue a la cocina. Tampoco había nadie.
Abrió la nevera, en busca de una Coca-cola. La sacó y se la bebió poco a poco. Después, siguió buscando a todos por la casa.
-¿Andrew? ¿Alexis? ¿Troy? ¿Estáis por aquí? -preguntó, pensando que estaban jugando con ella. Recordó que tenía el poder de mover las cosas con la mente, así que podía mover los muebles sin prácticamente esfuerzo y buscar a sus amigos.
Unos minutos después, se dejó caer en el sofá. Sus amigos se habían ido sin ella.
Suspiró y alcanzó el mando de la tele. La encendió y buscó Neox. No hacían nada interesante, así que se puso a buscar por todos los canales. No había nada.
Se levantó para apagar la televisión y se fijó en que encima de la mesa había un papel. Lo cogió. La letra era la de Andrew, sin duda.
Leyó el papel con detenimiento. En él había escrito varias ideas para rescatar a Blake. También habían cosas puestas en una letra que Chloe no supo reconocer. Seguramente sería la letra de Alexis.
Chloe hizo una bola con el papel y lo tiró con toda su fuerza al suelo. Sentía una rabia inmensa. Se habían ido sin ella y eso que les había dicho que no.
¿Por qué lo habrían hecho?
Gritó con todas sus fuerzas en un nuevo intento por sacar toda la rabia que sentía.


-¿Ves eso, Blake? Están viniendo a por ti. Quieren rescatarte antes de que sea demasiado tarde. Qué ingenuos. No saben que ya lo es.
El Señor dejó de mirar en la imagen de los tres chicos yendo a casa de Leaw para centrar su vista en Blake, que estaba echado en un colchón, sin ataduras, ya que no podía escapar sin los poderes que ya no tenía.
Éste, que estaba muy débil, intentó levantarse y con la ayuda de la pared lo consiguió.
-Nunca conseguirás los poderes de los demás... -dijo con un poco de esfuerzo, mirando al Señor. Éste rió con ganas, cosa que molestó mucho a Blake. Después volvió a mirar a su prisionero, todavía con una pequeña sonrisa en la cara, y le dijo:
-Habiéndote quitado los poderes a ti ya estoy un poco más cerca. Será fácil quitárselos a tu hermano; en cambio, quitárselos a Andrew y Alexis será más complicado, ya que tienen las gemas del poder. En cuanto a Chloe... el hechizo que la mantiene hipnotizada se puede realzar en cualquier momento. Además, no tendría que decírtelo, pero ahora mismo tengo esbirros dispuestos a capturar y traer a tus amigos aquí...
Blake intentó mirar la imagen donde salían los chicos e intentar ver a los "sirvientes" del Señor, pero no vio nada.
Deseó con todas sus fuerzas que no les pasara nada.

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¡Aquí está el siguiente capítulo!
Es un poco corto, lo sentimos, intentaremos que sea un poco más largo la próxima vez.
Muchos besitos y Feliz Año Nuevo! :)

domingo, 29 de diciembre de 2013

Capítulo 10 - Pesadillas y sensaciones

-¡Tenemos que volver! -dijo Chloe con lágrimas en los ojos. Aunque aún seguía hipnotizada, ver a sus amigos había roto un poco el efecto del hechizo.
-¡No podemos, Chloe! Nos atraparán a todos y ya no podremos hacer nada para derrotar a los captura-magos.
Chloe se secó las lágrimas con el pañuelo que le había dado Troy y se dejó caer en el pequeño sofá.
Andrew se paseó por la habitación, pensativo ante la escena que había pasado. Sabía que su hermana sentía un afecto especial hacia Blake y que dejarlo allí había sido para ella muy duro. Pero tenían que rescatarlo, fuera como fuese. Troy fue hacia Chloe, se sentó a su lado y le puso las manos en los hombros mientras le decía:
-Chloe, será mejor que descanses un poco. Igual así se va un poco más el efecto del hechizo... -dijo dirigiéndose hacia los demás.
Alexis asintió, de acuerdo con la idea. Chloe se levantó con la ayuda de Troy y los dos se fueron hacia la habitación, mientras susurraban cosas incomprensibles para Alexis y Andrew.
-La pobre está fatal -dijo Alexis-. Andrew, tenemos que hacer algo para sacar a Blake de allí, y lo sabes. Si Chloe permanece así durante mucho tiempo no nos servirá de nada en la lucha contra los captura-magos...
-Lo sé. Tenemos que hacer un plan, y rápido.
Alexis y Andrew se pusieron manos a la obra. Se sentaron los dos delante de la gran mesa de estudio que tenían Blake y Troy en su casa y empezaron a hablar en susurros sobre su plan. No querían que Chloe se enterase, porque querría ir con ellos y entonces los captura-magos podrían capturarla.

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El musculoso hombre, el "Señor", tiró de la palanca y su terrible invento empezó a funcionar. Una persona estaba encerrada en su interior, intentando liberarse.
-Tranquilo, Blake, no vas a poder salir de ahí jamás. Está hecha a prueba de todo tipo de poderes mágicos. Pronto, si todo sale bien, estarás moribundo y yo tendré tus poderes en mis manos.
Del interior de Blake empezaron a salir una especie de rayos naranjas. El Señor sonrió: los rayos eran los poderes de Blake. Su plan estaba saliendo a la perfección.
Un terrible grito resonó por las paredes de la sala, era Blake. Éste estaba sufriendo mucho y no podía aguantar el dolor. Con las últimas fuerzas (y poderes) que le quedaban, intentaba salir de la bola en la que estaba encerrado, sin éxito.
-Nun... Nunca... Nunca ganarás -dijo con dificultad, dirigiéndose hacia el "Señor".
-Eso ya lo veremos, Blake. Ya lo veremos.
Otro grito resonó en la sala, esta vez más largo. Después, silencio.
La luz se apagó de repente y el "Señor" sonrió, mientras veía cómo su invento se apagaba lentamente al haber acabado su misión.

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-¡Blake! -gritó Chloe, despertándose de golpe. Observó rápidamente la habitación en la que se encontraba, en busca de alguien. Pero no vio a nadie.
Saltó de la cama y se dirigió a la puerta. Sin embargo, cuando la iba a abrir algo la detuvo. ¿Por qué estaba tan segura de que no había sido un sueño? Igual, el malo recuerdo de Blake alejándose había hecho que soñara eso... Pero, en ese caso, ¿por qué lo había sentido tan real?
Confundida, se dirigió a la cama y se sentó en ella. Echaba de menos a Blake. Quería estar de vuelta con él, quería hablar y reír a su lado...
Recordó que, algunas veces, en ocasiones anteriores, se había sentido vinculada a Blake y que había notado si estaba alegre, deprimido, enfadado, etc.
Y, con este pensamiento en mente, salió de la habitación, en busca de los demás.
Fue al salón y vio que su hermano y Alexis estaban allí, hablando y tomando chocolate caliente alegremente. Chloe se derrumbó al verlos así. ¿Acaso se les había olvidado que Blake estaba en peligro?
Carraspeó con bastante fuerza para que los dos amigos se dieran cuenta de su presencia. Andrew, que estaba de espaldas a ella, se volvió y le miró, preocupado.
-Chloe. ¿Qué haces ya levantada? No has estado en la cama ni quince minutos...
-Andrew, ¡Blake está en peligro! He tenido un sueño y él estaba en peligro...
Alexis se puso en pie y caminó hacia la rubia.
-Chloe, seguramente habrá sido una pesadilla. No te comas la cabeza por eso. Descansa y ya verás como después estás tan fresca como una rosa -dijo Alexis. Después, esbozó una sonrisa para convencer a Chloe.
Chloe asintió y con la compañía de la otra chica, se acostó de nuevo en la cama y cerró los ojos. No tardó en caer dormida.
Pero, sin embargo, algo en su interior seguía diciéndole que esa sensación era más que un sueño.


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¡Aquí está el capítulo 10!
Sentimos no haber publicado en todo este tiempo, pero no tenemos inspiración últimamente :(
En el tiempo de vacaciones que quedan intentaremos publicar algunos capítulos más.
Muchos besoos / Muakis

jueves, 17 de octubre de 2013

Capítulo 9 - ¡Por fin!

-Yo... -dijo Chloe, todavía dudosa. El chico le esperaba con impaciencia.
Chloe miró al suelo, confusa, y permaneció con la vista allí durante un buen rato, pensando en su respuesta. Por una parte, se acordaba de su hermano, de Alexis, de Leaw, de Blake y Troy, que tanto les habían ayudado a controlar sus poderes y de su padre. Por un lado, quería volver a estar con ellos, a salvo y lejos de los captura-magos. Pero... por otra parte, de alguna manera, los odiaba y quería estar con los captura-magos, ayudándolos.
El chico notó que Chloe estaba dudosa y sonrió. El plan de su padre, Luke, había dado resultado y ahora Chloe estaba un poco de su parte.
Se acercó a ella y le pasó una mano por la cintura al tiempo que decía:
-No te preocupes, no me tienes que dar ahora una respuesta. Piénsalo, y después ya me lo dices. Ah, por cierto, me llamo Austin, creo que durante el tiempo que vas a estar aquí te va a hacer falta saberte todos nuestros nombres.
-Ah...
Chloe no dijo nada más. Se había fijado en un cuadro que había colgado en el comedor de la casa, le sonaba terriblemente.
No le dio demasiada importancia. Ya pasaría después por ese lugar y observaría el cuadro con atención.
Se fijó en que seguía teniendo la mano de Austin en la cadera y la apartó con brusquedad. ¿Acaso eran enamorados, o algo parecido?
-Lo siento -se disculpó-, pero prefiero ir así.
Austin asintió, como diciendo que lo entendía, y siguió caminando, mirando hacia el suelo, pensativo.
Chloe suspiró.


-¡Ya está! -dijo Troy, mientras levantaba el colgante para que todos lo vieran.
Alexis gritó de alegría y los dos fueron con Leaw y Blake para decírselo.
-¡Por fin podremos salir a buscar a Chloe! -exclamó Andrew, que había venido desde la cocina con un helado en la mano.
-Sí -dijo Leaw-, pero tendréis que ir vosotros solos. Yo me siento un poco débil de haber perdido mis poderes al romperse el colgante, y, bueno, ya me entendéis.
Blake y Troy miraron a Leaw con una pizca de desconfianza, pero no dijeron nada.
Después, todos menos Leaw se cogieron de las manos mientras Troy y Blake, que eran los más poderosos del grupo en ese momento, pronunciaban unas palabras un tanto extrañas.
Acto seguido, una luz blanquecina inundó la sala y los cinco chicos salieron de allí.
Leaw, que había observado atentamente todo el proceso, suspiró al pensar en la mentira que les había contado a los jóvenes magos.


Por muchas vueltas que le daba, no podía llegar a reconocer a la persona del cuadro.
Había pasado por delante de ella muchísimas veces, y todas ellas se había parado para preguntarse quién era aquella persona que le sonaba tanto.
En varias ocasiones, Austin y su compañero la habían visto mirando el cuadro con curiosidad. Habían sonreído y se habían ido diciendo cosas en voz baja.
-Chloe -dijo en ese momento Luke, que estaba detrás de ella. Chloe se giró para verle, tenía la sensación de que le iba a contar una cosa importante. Y no se equivocaba.
-Ven, te tengo que presentar a una persona muy importante. Trabajamos para él y es él el que nos envía refuerzos para capturar a los magos cuando no podemos. Te caerá bien, ya verás.
Chloe empezó a tener curiosidad y decidió acompañar al malvado mago.
Si no hubiera sido por él, se habría perdido en un abrir y cerrar de ojos. Aquél palacete era un laberinto de pasillos y puertas y por eso Chloe nunca salía de su habitación. Allí tenía todo tipo de cosas para distraerse y nunca se aburría.
Tras unos minutos, llegaron a una puerta blanca y dorada, que Luke abrió, deseoso.
-Señor -carraspeó.-Esta es Chloe, la...
-Sí, se quien es. Como te pareces a tu madre -murmuró el hombre. Sus rasgos eran curiosos: tenía el pelo negro, y un gran tatuaje envolvía su brazo derecho.
Chloe abrió los ojos, sorprendida, y a la vez asustada.
-Por ahora no sabe mucho per...
Un ruido no le dejó continuar.
-¿Qué ha sido eso? -gritó el hombre, el "señor" de Luke.
Se levantó rápidamente de su sillón y empujó a Chloe y a Luke para pasar.
Chloe le siguió también, a zancadas.
Se llevó una mano a la boca en cuanto vio la escena en la que se encontraba.
Su hermano, Blake y Troy y Alexis estaban allí.
-¡Chloe! -exclamó Andrew, corriendo hacia ella.
Se dieron un fuerte abrazo, pese a que Chloe, en realidad, no estaba muy a gusto.
Se soltaron y Andrew cogió a Chloe.
-Vamos, corred.
Todos se dieron la mano, y los otros hermanos comenzaron a conjurar.
Pero no les salió bien, porque Austin tiró de Blake y lo dejó fuera del círculo.
-¡Noooooooooooooooooooooooooooooooooooo! -chilló Chloe, viendo como dejaban solo a Blake, mientras se teletransportaban...


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Hola! Aquí está el capítulo nuevee :D
Os hemos dejado con un poco de intriga al final qué malas somos jejeje
¡Esperamos que os haya gustado! :)
Muakis/Besooos






miércoles, 9 de octubre de 2013

Capítulo 8 - Chloe, ¿qué te ha pasado?

Chloe, asustada, miró a su alrededor y vio que tenía paso libre por la derecha y por la izquierda. Pensó en escapar por allí, y deshizo el escudo, pero en menos de un momento dos chicos jóvenes, de su edad, le bloquearon el paso.
-¿Pensabas ir a alguna parte, Chloe? 
Chloe lo miró. Iba vestido de negro, a pesar de que era verano. Llevaba una camiseta negra, pantalones negros, zapatos negros, un sombrero negro que le tapaba la mayor parte del pelo azulado y una chaqueta de manga larga. 
-Ahora ¿qué piensas hacer? Si pensabas que íbamos a venir solos, sabiendo que ya tienes tu gema, estás muy equivocada, querida. Ahora, ven... Acércate a mí... 
Luke, el compañero de Zafio, miró fijamente a Chloe, quien se sintió atraída hacia éste. Empezó a caminar sin darse cuenta. Intentó parar, pero sus piernas no le obedecían y, en el fondo, quería llegar hasta ese hombre que, de repente, le provocaba tanta fascinación. 
En lo más hondo, se dio cuenta de que la estaba hipnotizando, e intentó resistirse a aquella voz tan grave y ronca. 
Pero no pudo. Las lágrimas emborronaron sus ojos y, sin sentir vengüenza, empezó a llorar. 



-No lo coge -imformó Leaw, al ver que Chloe no le había respondido. Andrew suspiró, y Alexis miró en otra dirección, pensando en qué hacer.
-Será mejor que vayamos a Londres directamente. Podría estar en peligro -dijo Alexis, adivinando los pensamientos de Andrew.
-Sí, pero, ¿Como?
Se quedaron todos pensativos.
-¡Nuestra madre! -exclamaron los dos hermanos, al unísono.
Salieron corriendo dispuestos a pedir a su madre que abriera el portal.

-Eso es... Sigue avanzando, pequeña... -susurró el del pelo azulado.
-¡Cállate! -le riñó Zafio, mirándole con desprecio-. ¿No te das cuenta de que puede que Luke se desconcentre y que la maga esta vuelva a ser ella misma? Jóvenes... ¡Cuánto os queda todavía por aprender!
Mientras, Luke sonrió. Un solo paso y Chloe estaría en sus brazos. Entonces, nunca más podría deshacer ese hechizo.

Chloe vio, horrorizada, cómo los dedos de Luke se entrelazaban con los suyos. Se notó más ligera, vacía...
Empezó a sentir como si estuviera cayendo en un pozo cada vez más y más hondo. No paraba de caer...
De pronto, lo vio todo negro y esa sensación paró. Le empezó a doler mucho la cabeza y se desmayó.


Corrieron y encontraron a Keyla practicando con un alumno, interrumpieron la clase pero les dio igual.
Mientras, Troy se quedó con Alexis intentado recomponer el colgante con sus propios poderes.
-¡Está en peligro! ¿No puedes ir un poco más rápido?
-Alexis, sabes de sobra que si coloco un solo cristal en el sitio equivocado esto -dijo Troy refiriéndose al diamante, que ya estaba volviendo a tomar forma- podría explotar y moriríamos, ¡deja de darme la lata!
Alexis gruñó, un poco enfadada, y se alejó de allí para reunirse con Blake y Leaw.
-¿Necesitáis ayuda? -preguntó, deseando que le dijeran que sí.
Pero negaron. Solo le quedaba ayudar a Andrew en lo que estuviese haciendo, pero la sola idea de pensar en ellos dos solos se ponía nerviosa.
Se sentó en el suelo y esperó, pacientemente...


Cuando abrió los ojos, estaba acostada en una cama blanda.
Se reclinó, y parpadeó, confusa. ¿Dónde estaba?
Se levantó de la cama y se paseó un poco por la habitación donde estaba. Las paredes eran de un color rosa pastel. Había un gran armario, que estaba lleno de ropa de chica: faldas, vestidos típicos de Spelway, complementos...
Siguió paseando la mirada por la habitación y vio que había una estantería con sus libros favoritos. Se giró para contemplar la cama. Era una cama muy grande, como a ella le gustaban, y con una funda nórdica de Nueva York, un sitio donde había querido ir toda su vida.
Levantó la mirada hacia la pared y ahogó un gritó de emoción. Estaba llena de pósters de sus artistas favoritos. Lo que siempre había querido.
-Chloe -le llamó un chico con el pelo azulado desde la puerta-, ¿ya te has despertado?
Chloe le miró con una chispa de emoción en la mirada. Recordaba a aquél chico del día anterior, pero no sabía su nombre. Aun así, se quedó callada.
-Chloe, respóndeme a esta pregunta: ¿qué sientes hacia mí?
Chloe titubeó. En lo más hondo, sentía hacia él un odio intenso. Pero, a la vez, sentía hacia él una atracción inmensa.
¿Qué pasaría...?